En medio de tanto ruido sobre productividad, eficiencia y automatización, hay desarrollos en inteligencia artificial que nos recuerdan por qué esta tecnología tiene un potencial profundamente humano. Uno de esos casos es Autistic Translator, una herramienta creada en Australia con un objetivo claro: ayudar a personas autistas a comprender mejor las interacciones sociales que muchas veces resultan incómodas o difíciles de descifrar.
Con más de 3.000 usuarios activos y una suscripción accesible de entre 4 y 12 USD mensuales, este traductor no busca convertir a nadie ni «normalizar» el comportamiento, sino servir de puente, de acompañante digital que facilita la interpretación de códigos sociales. En otras palabras, no traduce idiomas, traduce intenciones, emociones, contextos. Y eso es algo que incluso muchos neurotípicos agradecerían.
Pero Autistic Translator no está solo. Herramientas como Goblin Tools, creadas por Bram De Buyser, ya comienzan a expandirse a diferentes perfiles cognitivos. Su IA está diseñada para ayudar a organizar pensamientos, planificar tareas y reducir la ansiedad que puede generar lo cotidiano para muchas personas neurodivergentes.
¿Por qué esto importa?
Porque la tecnología más transformadora no es la que solo impacta industrias… sino la que rompe barreras de comunicación y fomenta la empatía. Porque estamos en un punto donde la IA puede ser más que un motor de eficiencia: puede ser un aliado para la inclusión.
🔍 Si somos capaces de diseñar tecnologías centradas en el ser humano, el futuro no solo será más inteligente, sino también más justo y más compasivo.
¿Estamos desarrollando IA para todos, o solo para algunos?
#IPPS #IAInclusiva #Neurodiversidad #Autismo #GoblinTools #TecnologíaConPropósito #AIForGood #AccesibilidadDigital #TransformaciónDigital #InclusiónReal